Ojo de tigre cuando tú miras / Tiger eyes when you look at me

 DEDOS Y CAMAS

«En cada dedo mi madre tiene una cama.

Como no había qué comer mi madre los echaba al puchero.

Nos dio de comer pero no teníamos dónde dormir»

Ángeles Castellano

Ojo de tigre cuando tú miras condensa muchas de las búsquedas que María Bueno (Málaga, 1976) ha desarrollado a lo largo de los años, apostando por un arte que se cimenta en el hacer, en la sinceridad y en la experimentación con los materiales, sean estos tradicionales o hermosos despojos de los avatares de la vida.

María Bueno es leída habitualmente como una pintora peculiar y extravagante y  si bien estas aproximaciones a su arte desde lo exótico o lo oblicuo, son interesantes, y ella parece moverse con generosidad en los márgenes, quizá no hacen justicia a esta enorme creadora: una de las más interesantes de su generación, con un universo que conecta en aromas con nuestras mejores pintoras surrealistas y visionarias: María Blanchard,  Remedios Varo, Maruja Mallo o Ángeles Santos, entre otras. Con ellas comparte además la capacidad para filtrar en un mundo colorista y nostálgico los pesares identitarios de nuestra época: los conflictos de raza y género, las contradicciones de clase, la aguda precariedad que padecemos o el dolor que soportan los débiles, los marginales, los migrantes, los enfermos.

Al modo de los objetos litúrgicos y de los bastones y sillas de mando del arte tribal, sus obras exceden la función estética y aseguro que emanan efectos en el que mira: visiones, regresiones y actos de curación. Compartiré con las lectoras y lectores de este texto que cuando mis ojos se detienen en un detalle de sus piezas más abigarradas, ese motivo elegido pasa a pertenecerme y lo siento concebido para mí y mis circunstancias. ¡Hagan la prueba!

Susana Blas

En Madrid, en el barrio de Lavapiés, rodeada de Roman (8 años) y de Klára (6 años) el 13 de septiembre de 2017.